En 1986, cuatro de ellos vivían en Los
Angeles en un anexo de una tienda de instrumentos musicales. El sitio tenia un solo cuarto, la cocina no funcionaba (no que
hubiese mucho que cocinar), y el baño era una copia en vivo de cualquier baño de carretera latinoamericana, pero sin la limpieza
mensual.
En esa casa, Axl Rose, Duff Mckagan, Slash e Izzy Stradlin vendían drogas y eran objeto de frecuentes redadas policiales. Pero con
venta de drogas y todo, los residentes sobrevivían bajo una dieta a base de puré de papas y Nightrain,
un vino americano cuya clasificación le queda más que grande. Las redadas, sin embargo, no eran nada nuevo para los muchachos.
Sólo Axl había sido arrestado más de veinte veces en Indiana.
Ninguno de ellos era de Los Angeles. Axl e Stradlin habían emigrado de Indiana, Slash de Inglaterra, Duff de Seattle,
y Steven Adler -baterista que eventualmente se uniría al grupo- era natural de Ohio.
Además del gusto por la música, los Guns tenían algo más en común. Las razones
por las que habían salido de sus lugares de origen eran no sólo económicas. Estaban escapando de vidas plagadas por las drogas
y el alcohol y buscaban un nuevo comienzo. Pero como Dios los cría y ellos se juntan, las cosas no cambiaron mucho. McKagan,
que era adicto a la heroína, al igual que su novia y su roommate en Seattle, se mudó en Los Ángeles con otros tres
adictos a la misma droga.
En este punto de sus vidas, es imposible que alguno de ellos se hubiera imaginado lo que estaba
por venir. Que ellos, unos iletrados sin futuro alguno, llegarían a cambiar el Rock n’ Roll de entonces y promoverían
la emancipación de los músicos de las disqueras y el gobierno, acelerando el movimiento independiente de los años noventa.
Con un público listo para ver un cambio de camino en el edulcolorado panorama musical, cuando Appetite for Destruction salió
a la venta en 1987 los resultados no se hicieron esperar.
A la fecha, el disco ha vendido más de 15 millones de copias certificadas sólo en los Estados Unidos.
Esto es más que todos los álbumes de U2 o los Rolling Stones y cinco millones más que Nevermind
de Nirvana de acuerdo a las estadísticas de la revista inglesa Q. De hecho, Appetite for Destruction se
ha vendido más que Sgt. Pepper de los Beatles. Axl Rose, el líder del grupo, había creado una obra
maestra que definía toda la rudeza de la vida que habían soportado hasta entonces, puesto en letras al ritmo de la banda sonorade
uno de los mejores álbumes de Rock N’ Roll de la historia.
Pero el camino había sido largo y tortuoso antes de que todo esto sucediera.
Axl Rose nació William Bruce Rose en Lafayette, Indiana, el 6 de febrero de 1962. De niño había sido abusado
sexualmente por su padre biológico y físicamente por su padrastro años más tarde. Cuando su madre finalmente se casó con él,
Rose se cambió el nombre a William Bailey y decidió que era mejor desaparecer y hacer una nueva vida en alguna otra parte.
Esa otra parte fue Los Angeles.
El único amigo que tuvo en Indiana era un fanático de Keith Richards -como él- llamado Jeff Isbell.
Isbell se había ido a L.A. a comienzos de los ochentas con la esperanza de formar una banda de rock. Rose siguió sus pasos
poco después, cambiando su nombre otra vez a W. Axl Rose. Isbell, había hecho lo mismo apenas pisó L.A.
El suyo era Izzy Stradlin. Que las iniciales del nombre de Rose fueran WAR (guerra), Axl ha insistido
siempre, son pura coincidencia.
La escena musical de Los Angeles en ese entonces se dividía básicamente en dos corrientes. El Punk
Rock heredero de la influencia británica de los setentas y el Glam Rock, hijo bastardo de David Bowie y su estilo andrógino
y lleno de pelucas y pechos peludos. Por lo cual no hay duda acerca de los orígenes Glam del grupo, que finalmente empezaría
a tomar forma cuando Rose y Stradlin conocieron al guitarrista Slash
(verdadero nombre Saul Hudson), Duff Mckagan (bajista), y Steve Adler (baterista).
Slash era
hijo de una pareja interracial y había crecido en Hollywood, California. Tímido desde la infancia, temprano en su adolescencia
encontró en el alcohol la forma de romper la barrera que no le permitía llegar a los demás. Esto lo confirmó cuando aprendió
a tocar guitarra por correspondencia y se dio cuenta que bajo la influencia del alcohol se convertía en un músico extrovertido.
Sin embargo, la sola idea de hacer contacto visual, le creaba un nudo en la garganta por lo que se dejaba crecer el pelo sobre
la cara para evitarlo a toda costa. En el futuro, la melena de crespos sobre la cara sería su sello personal.
De todos, sólo Duff Mckagan tenía algo de experiencia. En su Seattle natal,
Duff era veterano de varias bandas punk y fuera de su adicción a la heroína, era un tipo suave y abierto; con la calma que
da haberlo probado todo antes de los veinte años. Fue McKagan, con la ayuda de Stradlin y el guitarrista
Tracii Guns, quienes crearon a Guns n’ Roses. El nombre original había sido "Heads of the Amazon" (Las
cabezas del Amazonas), después "AIDS" (Sida). El último nombre fue un híbrido entre "LA Guns" y "Hollywood Rose", dos grupos
en los que todos habían estado envueltos de alguna manera. Mckagan llamó a Rose para
que cantara, y cuando Tracii Guns y el baterista Rob Gardner abandonaron el grupo para irse de gira con LA Guns, Slash
y Adler llenaron sus puestos.